lunes, 28 de septiembre de 2009

PROPUESTA ESTÉTICA

Bueno, mi nombre es Guillermo López Meza, soy estudiante de la Escuela de Artes (5to semestre) y este es un espacio creado especialmente para la cátedra Sociología del Arte.

Podría considerarme un artista, un escritor, un dramaturgo... Un creador. Y como buen latinoamericano: Un Antropófago. En la primera entrada para el blog quiero agregar una breve propuesta estética, sobre la que quizá ahonde más adelante, sobre lo que busco en el arte como artista que soy, que siente y padece el arte como si fuera una extensión de su propia alma.

He aquí mi propuesta:

"Partiendo de una interioridad muy personal, y de un sentir particular: desde esta perspectiva de creyente cristiano, de soñador irredento, de estudiante observador del extraño mundo que lo rodea, de escritor en plena inocencia que busca revalorizar conceptos y rescatar la creencia en todo aquello que se halla perdido o sumido en un letargo que parece no acabar nunca; ese vacío sin nombre, que no llega a ser bostezo, y que no tiene presencia ni esencia pero que parece estar viviendo en el corazón de estos tiempos sin rumbo y sin destino en la que todos se conducen como robots sin saber porque viven o porque mueren, sin preguntárselo siquiera porque ahora lo importante es… Ni siquiera se sabe que es lo importante.

Desde esa subjetividad digo lo siguiente:La fe es una confianza, casi una certeza y toda certeza es una experiencia individual que puede ser compartida con otros, pero no por ello será comprendida. A veces es más importante "creer" que cualquier otra cosa, porque no hay nada que llene más que creer en algo que se sabe cierto no porque se haya visto, o se haya comprobado sino únicamente porque la plenitud del sentimiento es tan grande que cualquier cuestionamiento o duda es absurdo. Los artistas pueden ser un instrumento para expresar esas creencias que se asumen como verdades absolutas y que luego son negadas y renegadas hasta el cansancio, pero que por encima de todo son el reflejo de la necesidad de saber porque se vive, o porque se muere.

La función actual y quizá el único camino que permitirá la supervivencia, del arte en general, debería ser sin lugar a dudas el de devolverle al hombre la creencia y la fe en las cosas, en el mundo y en la vida.Hegel dijo en el siglo XIX que el arte debía transformarse en concepto si quería sobrevivir. En estos tiempos que corren, el arte tiene que ser algo más que reflejo de la realidad del hombre (¡Qué absurdo! ¿Acaso no conocemos demasiado bien nuestra realidad como para tener que sufrirla también en nuestras creaciones?), mucho más que expresión del pensamiento humano (para eso están las filosofías), y sobretodo mucho más que conceptos (ideas van, ideas vienen y ya estamos hartos de lo mismo). Alguien debería afirmar que si el arte quiere seguir siendo arte, si quiere dar un siguiente paso en la historia de la humanidad debe transformarse en creencia, en experiencia de recuperación de la fe perdida no sólo en las religiones sino en todo, incluso en la vida que vivimos:

EL ARTE COMO UNA EXPERIENCIA DE FE, UNA EXPERIENCIA DE "VOLVER A CREER"

GUILLERMO LÓPEZ MEZA